Para casi todos los webmasters la publicidad en internet es la única forma de conseguir que una página web, una red social o un blog consigan sufragar algunos gastos y de ese modo poder continuar adelante.
Muchas de estas iniciativas tienen unos gastos fijos que hay que satisfacer (dominio, alojamiento, ADSL, factura de electricidad...), así como otros costes adicionales (amortización de equipos, añadidos de RAM adicional, servicios no-gratuitos, etc...) e incluso si ganan una cantidad respetable, otros gastos legales y obligatorios (cuotas de autónomo, hacienda, impuestos, etc...).
Llegar a obtener una cantidad suficiente para conseguir unos beneficios propios no es nada fácil, y se aleja mucho de la visión global que muchos tienen de ganar dinero fácilmente.
Después de la burbuja de las puntocom en el 2000, la publicidad pareció desaparecer de Internet, pero en estos momentos lo cierto es que está regresando, ya que Internet no ha dejado de crecer y además posibilita testear una campaña de un modo rápido y bastante preciso, interactuando con el usuario, cosa que no es posible en los medios de comunicación gráficos, ni en la televisión o en la radio (por lo menos, de momento).
A partir de 2003, Google revolucionó completamente el panorama publicitario en Internet, tanto para los anunciantes como para los medios más pequeños. Con su sistema de publicidad contextual se convirtió en una de las agencias de publicidad más grandes del mundo. Por un lado reúne a los anunciantes que quieren publicitar en Internet pero no pueden hacer arreglos con miles de sites y, por el otro trabaja con los editores (los dueños de los sites) que tampoco pueden estar detrás de cientos de anunciantes, hacer contratos con cada uno, cobrar cada campaña, etc.
Como Google es una gran máquina de búsqueda y tiene en sus servidores millones de páginas web indexadas cuyo contenido interpreta, puede insertar en las páginas de los editores que forman parte de su sistema publicitario avisos relacionados con el contenido del artículo. Cuando alguien se interesa por alguna de las publicidades y hace clic, el anunciante paga a Google, quien comparte un porcentaje con el editor.
Las informaciones publicadas en Economía más social no intentar hacer recomendaciones de marcas comerciales, salvo en los casos que los productos o servicios ofrecidos sean gratuitos, buscando evitar en lo posible el requisito de registrarse en su web. Además intentamos ser respetuosos con el Medio Ambiente y transmitir, al público en general, diferentes posibilidades y oportunidades para seguir adelante en los tiempos difíciles que nos toca vivir. Pretendemos reunir utilidades que puedan ser empleados por todos y sirvan de apoyo para el desarrollo de iniciativas propias o colectivas.
Por ello agradecemos a todos nuestros lectores su pequeño gesto cada vez que hacen click en algunos de los anuncios que se inserta en nuestro blog, ya que de este modo, además de ampliar su información respecto a los servicios y productos del anunciante, están colaborando y contribuyendo (del único modo que es posible en estos momentos) al sostenimiento de esta iniciativa.
Gracias por vuestro interés y por vuestra colaboración.
Muchas de estas iniciativas tienen unos gastos fijos que hay que satisfacer (dominio, alojamiento, ADSL, factura de electricidad...), así como otros costes adicionales (amortización de equipos, añadidos de RAM adicional, servicios no-gratuitos, etc...) e incluso si ganan una cantidad respetable, otros gastos legales y obligatorios (cuotas de autónomo, hacienda, impuestos, etc...).
Llegar a obtener una cantidad suficiente para conseguir unos beneficios propios no es nada fácil, y se aleja mucho de la visión global que muchos tienen de ganar dinero fácilmente.
Después de la burbuja de las puntocom en el 2000, la publicidad pareció desaparecer de Internet, pero en estos momentos lo cierto es que está regresando, ya que Internet no ha dejado de crecer y además posibilita testear una campaña de un modo rápido y bastante preciso, interactuando con el usuario, cosa que no es posible en los medios de comunicación gráficos, ni en la televisión o en la radio (por lo menos, de momento).
A partir de 2003, Google revolucionó completamente el panorama publicitario en Internet, tanto para los anunciantes como para los medios más pequeños. Con su sistema de publicidad contextual se convirtió en una de las agencias de publicidad más grandes del mundo. Por un lado reúne a los anunciantes que quieren publicitar en Internet pero no pueden hacer arreglos con miles de sites y, por el otro trabaja con los editores (los dueños de los sites) que tampoco pueden estar detrás de cientos de anunciantes, hacer contratos con cada uno, cobrar cada campaña, etc.
Como Google es una gran máquina de búsqueda y tiene en sus servidores millones de páginas web indexadas cuyo contenido interpreta, puede insertar en las páginas de los editores que forman parte de su sistema publicitario avisos relacionados con el contenido del artículo. Cuando alguien se interesa por alguna de las publicidades y hace clic, el anunciante paga a Google, quien comparte un porcentaje con el editor.
Las informaciones publicadas en Economía más social no intentar hacer recomendaciones de marcas comerciales, salvo en los casos que los productos o servicios ofrecidos sean gratuitos, buscando evitar en lo posible el requisito de registrarse en su web. Además intentamos ser respetuosos con el Medio Ambiente y transmitir, al público en general, diferentes posibilidades y oportunidades para seguir adelante en los tiempos difíciles que nos toca vivir. Pretendemos reunir utilidades que puedan ser empleados por todos y sirvan de apoyo para el desarrollo de iniciativas propias o colectivas.
Por ello agradecemos a todos nuestros lectores su pequeño gesto cada vez que hacen click en algunos de los anuncios que se inserta en nuestro blog, ya que de este modo, además de ampliar su información respecto a los servicios y productos del anunciante, están colaborando y contribuyendo (del único modo que es posible en estos momentos) al sostenimiento de esta iniciativa.
Gracias por vuestro interés y por vuestra colaboración.
Para casi todos los webmasters la publicidad en internet es la única forma de conseguir que una página web, una red social o un blog consigan sufragar algunos gastos y de ese modo poder continuar adelante.
ResponderEliminarEste artículo analiza la posibilidad de aplicar una renta básica basándose en criterios de otros autores. Está así bien documentado y respaldado, pero la enta básica que define al final puede ser excesiva.
ResponderEliminarNo se trata de que los beneficiarios puedan dejar de trabajar para vivr tan solo de su renta básica y en consecuencia su retirada del mercado laboral pueda crear una economía sostenible. Creo que todos debemos colaborar a través de nuestros puestos de trabajo a crear esa economía sostenible, independientemente de que nuestro trabajo sea más físico o intelectual.
Para que todos aportemos, la renta básica debe cubrir las necesidades más básicas de los beneficiarios y algo, muy poco más. Esto les incentivará para colaborar socialmente con sus respectivos trabajos, que verán necesario buscar.
Por otro lado, es preciso evitar situaciones en las que el cúmulo de rentas básicas personales cree un entorno familiar suficiente, como osurre hoy en España, donde se producen entornos donde se vive esencialmente de subsidios persobnales de diversas fuentes puestos en común por distintos individuos. Esto permite que una familia con cinco integrantes pueda llegar a una renta mensual de 2000€, por ejemplo, sumando los subsidios de los cuatro integrantes adultos de la misma, pudiendo ser el resultado de la suma incluso muy superior al del ejemplo.
El que esta renta básica premie a artístas, librepensadores, eruditos... creo que es algo crucial, pero estas personas deberían aportar su trabajo intelectual a la sociedad para que se les reconozca este derecho. A su vez, el derecho a este premio, debería limitarse a aquellos que no pudieesen obtener un beneficio económico suficiente y constante de su propio trabajo.
Estas son las bases que creo imprescindibles para una renta básica justa y proudctiva.
Cordialmente:
Miguel Angel Ruiz Casas